El amor de Pino Montano a la Virgen es inconmensurable y así lo demostraron la fraternidad, hermanos y creyentes en la misión evangelística organizada el mes pasado en torno a su triste dueña, con motivo de sus bodas de plata. Aunque pueda parecer un periodo corto, esta imagen se ha convertido en un auténtico icono en esta zona periférica, muy poblada y donde es crucial acercarse a la Virgen como camino hacia el Señor, especialmente en estos tiempos difíciles para los fieles.
La religiosidad popular se presenta como uno de los instrumentos con los que se apoya la Iglesia y en las zonas más pobladas de Sevilla, lo que hace que este tipo de eventos sean imperdibles. En este caso, la iniciativa fue exitosa y laboriosa, porque organizar un proyecto de esta escala requiere dedicación y muchas horas de trabajo.
El 19 de octubre comenzó la celebración en Pino Montano con una liturgia estacional. presidida por el obispo auxiliar Teodoro León en la Plaza de la Virgen del Amor, recientemente inaugurada por el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, que asistió a la eucaristía y a su paso por el barrio de San Diego.
Otro momento intenso, como cada Viernes Santo, se vivió cuando la Virgen pasó frente a los hogares, donde tuvo lugar la tradicional Petalada. En el mismo lugar donde los trabajadores colocaron las luces navideñas al paso de la procesión. Cosas que no te puedes perder en Sevilla. Desde allí, la fraternidad evitó las labores del metro para circular por las calles más tranquilas, llegando a la parroquia de San Francisco de Asís, donde la comparsa de San Benito realizó tres procesiones en honor a los tristes. Bastante gente en esta zona de la procesión.
Luego se produjo la pérdida de petaladas, fuegos artificiales y sevillanas en Corral del Moro cuando el día dio paso a la noche. Esto ocurrió antes de cruzar por primera vez la rotonda del Norte, cuando la Virgen se dirigía hacia el Templo de la Cabeza, donde se encontraba la Dolorosa hasta hace una semana. Antes de las once y media de la noche, el palio atravesó la SE-30 tal y como estaba previsto, entrando en la zona más cercana al templo.
Antes visitó la última parroquia, la de Consolación, lugar de fundación de la cofradía, donde cada Viernes Santo hacen penitencia. Así termina una misión que el barrio y la fraternidad olvidarán durante mucho tiempo, ya que es uno de los aspectos más notables de la joven historia de esta empresa. Misión cumplida.