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Las tensiones en la selección española tras el Mundial

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El proceso judicial contra Luis Rubiales, quien fue presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), continúa desarrollándose y teniendo un impacto significativo en el ámbito deportivo y social de España. Esta causa, centrada en el beso no autorizado que Rubiales dio a la futbolista Jenni Hermoso durante la celebración del Mundial de 2023, ha creado diversas tensiones que repercuten tanto en las personas involucradas como en el contexto deportivo. Durante el transcurso de este litigio, las recientes declaraciones de Montse Tomé, actual entrenadora del equipo femenino, han desatado controversia, en particular debido a su explicación sobre la omisión de Jenni Hermoso en la lista de convocadas para el primer encuentro tras el Mundial.

El juicio contra Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), sigue avanzando y marcando la agenda deportiva y social de España. Este caso, que gira en torno al beso no consentido que Rubiales le dio a la jugadora Jenni Hermoso durante la celebración del Mundial de 2023, ha generado una serie de tensiones que afectan tanto a las protagonistas como al entorno deportivo. En medio de este proceso, las recientes declaraciones de Montse Tomé, actual seleccionadora de la selección femenina, han generado polémica, especialmente por su explicación sobre la exclusión de Jenni Hermoso en la convocatoria del primer partido posterior al Mundial.

En su declaración durante el juicio, Montse Tomé afirmó que la exclusión de Hermoso en el primer encuentro oficial del equipo nacional tras ganar el Mundial no fue un castigo ni una represalia por la denuncia contra Rubiales. Tomé explicó que su decisión obedeció a razones deportivas, señalando que Hermoso no se encontraba en su mejor forma debido a la carencia de entrenamientos adecuados con su equipo.

No obstante, durante la etapa de instrucción y en declaraciones anteriores, Tomé había manifestado que su objetivo era «resguardar» a Hermoso, dado que estaba enfrentando una fuerte presión mediática tras informar sobre los incidentes. Al ser inquirida sobre estas aparentes contradicciones, la entrenadora reconoció que tomó la decisión tomando en cuenta la situación personal de Hermoso, pero enfatizó que no hubo intención de sancionarla por su postura en el asunto Rubiales.

“No estuve presente ni formé parte de las conversaciones sobre el incidente del beso”, comentó Tomé. En su declaración, aseguró que no conversó con Hermoso acerca de lo ocurrido hasta una semana después de que el escándalo estallara, argumentando que en ese entonces no conocía la magnitud del asunto.

“No viví en primera persona ni estuve en conversaciones sobre el tema del beso”, añadió Tomé. Durante su testimonio, afirmó que no habló con Hermoso sobre lo sucedido hasta una semana después de que el escándalo se hiciera público, alegando que desconocía el alcance de la situación en ese momento.

La perspectiva de Hermoso, sin embargo, difiere de la presentada por Tomé. En su declaración ante el tribunal, la delantera sostuvo que los motivos deportivos no eran justificativos para su no convocatoria. Según su opinión, esta decisión actuó como una represalia indirecta por su denuncia contra el comportamiento de Rubiales. Hermoso describió la gestión de Tomé como una continuación de la del anterior entrenador, Jorge Vilda, que también fue criticado por su dirección del equipo y su cercanía con Rubiales.

Compañeras de Hermoso, como la capitana Alexia Putellas, también manifestaron su asombro y desacuerdo ante la elección de no incluir a la jugadora en la lista de convocadas. María Isabel «Misa» Rodríguez, guardameta del equipo nacional, describió como «incomprensible» la ausencia de Hermoso, resaltando su relevancia tanto dentro como fuera del terreno de juego.

Compañeras de Hermoso, como la capitana Alexia Putellas, también expresaron su sorpresa y desacuerdo con la decisión de no incluir a la jugadora en la convocatoria. María Isabel «Misa» Rodríguez, portera de la selección, calificó de «incomprensible» la ausencia de Hermoso, destacando su importancia tanto dentro como fuera del campo.

El asunto Rubiales ha pasado del terreno deportivo a ser una cuestión de discusión social y política en España. El juicio, actualmente en su segunda semana, examina las denuncias de agresión sexual y coacción presentadas contra el exmandatario de la RFEF. Aunque la sesión más reciente fue breve, los testimonios de varios testigos han agregado nuevos matices a la causa.

Entre los testigos que comparecieron se encontraban Salvador Losa, miembro del consejo ejecutivo del Departamento de Presidencia en Ibiza, y Alejandra Hernández, esposa del exjefe de mercadeo de la RFEF, Rubén Rivera. Ambos negaron haber observado actos de coacción o presión hacia Hermoso por parte de Rubiales.

Una repercusión prolongada en el fútbol femenino

Un impacto duradero en el fútbol femenino

El caso no solo ha puesto en evidencia problemas estructurales dentro de la RFEF, sino que también ha sacudido los cimientos del fútbol femenino en España. La denuncia de Hermoso fue respaldada por un amplio sector de sus compañeras de equipo, quienes exigieron cambios significativos en la federación y en la gestión de la selección.

Montse Tomé, como seleccionadora, enfrenta un desafío doble: mantener la competitividad deportiva del equipo y demostrar que su liderazgo está alineado con los valores de equidad y respeto que sus jugadoras exigen. Sin embargo, decisiones como la exclusión de Hermoso han generado dudas sobre su capacidad para liderar una etapa de renovación en el fútbol femenino español.

Por Otilia Adame Luevano

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