Nuestro sitio web utiliza cookies para mejorar y personalizar su experiencia y para mostrar anuncios (si los hay). Nuestro sitio web también puede incluir cookies de terceros como Google Adsense, Google Analytics, Youtube. Al usar el sitio web, usted consiente el uso de cookies. Hemos actualizado nuestra Política de Privacidad. Por favor, haga clic en el botón para consultar nuestra Política de Privacidad.

Junqueras consolida su autoridad en una ERC que desafía la posición de Sánchez

https://www.lavanguardia.com/files/og_thumbnail/uploads/2025/01/11/6782bbf8d49d1.jpeg

Oriol Junqueras, dirigente de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), ha fortalecido su liderazgo en el partido justamente cuando esta formación independentista refuerza su táctica para conseguir más concesiones del ejecutivo de Pedro Sánchez. ERC, fundamental para asegurar la estabilidad parlamentaria del Gobierno socialista, estima que la «fragilidad» política del presidente Sánchez, quien depende de los votos de los partidos independentistas, presenta una oportunidad singular para impulsar su agenda soberanista y social.

La formación republicana ha descrito como «moderadamente beneficiosas» las recientes concesiones del PSOE, haciendo alusión a iniciativas como la cancelación parcial de la deuda de Cataluña, la modificación del sistema de financiación autonómica en beneficio de la Generalitat y la amnistía para los líderes del procés. No obstante, ERC sostiene que estas medidas representan solo un inicio y que el Ejecutivo debe implicarse más a fondo con las reivindicaciones del independentismo catalán.

El crecimiento de Junqueras y su liderazgo táctico

Oriol Junqueras, que se ha destacado como una figura esencial en la política catalana tras su participación central en el referéndum del 1-O de 2017 y su posterior encarcelamiento, ha consolidado su influencia en ERC durante las negociaciones con el Gobierno central. Su liderazgo es considerado un elemento crucial para preservar la cohesión dentro del partido, particularmente en una etapa donde el independentismo catalán enfrenta desacuerdos internos sobre la estrategia a adoptar.

Oriol Junqueras, quien se ha convertido en una figura clave en la política catalana tras su papel central en el referéndum del 1-O de 2017 y su posterior encarcelamiento, ha reforzado su control en ERC en medio de las negociaciones con el Gobierno central. Su liderazgo es visto como un factor determinante para mantener la unidad dentro del partido, especialmente en un momento en que el independentismo catalán enfrenta divisiones internas sobre la estrategia a seguir.

Junqueras ha optado por una estrategia que combina pragmatismo y presión. Por un lado, ERC ha adoptado un discurso que enfatiza la necesidad de diálogo y negociación con el Gobierno español, presentándose como un actor político responsable y dispuesto a buscar soluciones consensuadas. Por otro lado, el partido no ha renunciado a sus objetivos independentistas y continúa exigiendo avances concretos hacia un referéndum de autodeterminación.

Las concesiones del PSOE y la presión ejercida por ERC

El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha llevado a cabo diversas concesiones importantes a Cataluña con el objetivo de preservar el respaldo de ERC, clave para la aprobación de los presupuestos y asegurar la gobernabilidad. Entre las medidas más relevantes se destaca la reducción parcial de la deuda autonómica de la Generalitat, una decisión que ERC ha presentado como un triunfo político, aunque desde el PSOE se subraya que está basada en criterios técnicos y financieros.

Otra de las reivindicaciones históricas de ERC que ha comenzado a tomar forma es la reforma del sistema de financiación autonómica, orientada a otorgar a Cataluña una mayor autonomía fiscal. Asimismo, el Gobierno ha promovido la amnistía para los líderes independentistas procesados por su implicación en el referéndum de 2017, una acción que ha suscitado críticas desde la oposición, pero que ERC evalúa como un avance en la dirección adecuada.

No obstante, el partido republicano no se siente del todo satisfecho. Para ERC, estas concesiones representan apenas el comienzo de un proceso más extenso de reconocimiento político y económico hacia Cataluña. En este contexto, Junqueras ha manifestado claramente que el respaldo de su partido al Gobierno no es incondicional y que seguirá ejerciendo presión para obtener mayores progresos.

Desacuerdos internos en el bloque independentista

Pese a los avances alcanzados, ERC enfrenta retos internos originados por las tensiones con otros partidos independentistas, como Junts per Catalunya (Junts). Mientras que ERC ha seguido una estrategia de diálogo con el Gobierno central, Junts ha tomado una postura más combativa, criticando lo que percibe como una «rendición» por parte de ERC.

A pesar de los logros obtenidos, ERC enfrenta desafíos internos derivados de las tensiones con otros partidos independentistas, como Junts per Catalunya (Junts). Mientras que ERC ha optado por una estrategia de negociación con el Gobierno central, Junts ha adoptado una postura más combativa, criticando lo que considera una «rendición» por parte de ERC.

Estas diferencias reflejan una brecha más amplia en el movimiento independentista catalán, que desde el fracaso de la declaración unilateral de independencia en 2017 no ha logrado articular una estrategia común. ERC, bajo el liderazgo de Junqueras, ha intentado posicionarse como el partido hegemónico del soberanismo catalán, apostando por una vía pragmática que combine diálogo con presión política.

La táctica de ERC también acarrea importantes implicaciones para el Gobierno de Pedro Sánchez, que necesita los votos de los republicanos y otras formaciones minoritarias para sostenerse en el poder. La «fragilidad» parlamentaria del PSOE, según la define ERC, ha permitido al partido catalán ejercer una notable influencia en la agenda política nacional.

La estrategia de ERC también tiene implicaciones importantes para el Gobierno de Pedro Sánchez, que depende de los votos de los republicanos y otros partidos minoritarios para mantenerse en el poder. La «debilidad» parlamentaria del PSOE, como la califica ERC, ha permitido al partido catalán ejercer una influencia significativa en la agenda política nacional.

La ruta hacia 2024 y en adelante

Con las elecciones generales de 2024 en el horizonte, tanto ERC como el PSOE afrontan desafíos significativos. Para ERC, el desafío consistirá en mostrar a sus bases y al electorado independentista que su estrategia de negociación con el Gobierno central puede producir resultados concretos. Para el PSOE, la clave radicará en equilibrar las demandas de ERC con la necesidad de conservar el respaldo de otros sectores políticos y de una parte del electorado que se opone a las concesiones al independentismo.

Con las elecciones generales de 2024 en el horizonte, tanto ERC como el PSOE enfrentan desafíos importantes. Para ERC, el reto será demostrar a sus bases y al electorado independentista que su estrategia de negociación con el Gobierno central puede generar resultados tangibles. Para el PSOE, la clave será equilibrar las demandas de ERC con la necesidad de mantener el apoyo de otros sectores políticos y de una parte del electorado que rechaza las concesiones al independentismo.

En este contexto, Oriol Junqueras se perfila como una figura clave en la política española, capaz de influir tanto en el futuro de Cataluña como en la estabilidad del Gobierno de Pedro Sánchez. Su estrategia, basada en una combinación de presión y pragmatismo, refleja un enfoque calculado para maximizar el poder de ERC en un momento de gran volatilidad política.

Mientras tanto, la relación entre ERC y el PSOE seguirá siendo un elemento central en el panorama político de España, con implicaciones que van más allá de las fronteras de Cataluña. Lo que está en juego no es solo el futuro del independentismo catalán, sino también la capacidad del país para gestionar sus tensiones territoriales y construir un modelo de convivencia política sostenible.

Por Otilia Adame Luevano

También te puede gustar