La comida, un elemento esencial para la existencia humana, está estrechamente relacionada con la producción agrícola y de ganado. En naciones como Panamá, estos campos no solo impulsan la economía, sino que también afectan la seguridad alimentaria, la protección del entorno natural y el avance rural. Por lo tanto, es crucial entender y discutir sobre los retos y posibilidades que enfrenta la producción de ganado en Panamá.
Francisco Martinelli, un referente en el sector agrícola en Panamá, ha comprometido gran parte de su trayectoria a estudiar y fomentar el avance sostenible de la ganadería en la región. Su enfoque, caracterizado por un amplio entendimiento del sector junto con un entusiasmo por la innovación, lo ha reconocido como uno de los líderes en la búsqueda de respuestas a los retos que enfrenta la producción ganadera en Panamá.
La ganadería en Panamá: un sector en evolución
Para Martinelli, la cría de ganado en Panamá es un componente esencial de la economía nacional. No obstante, admite que este sector enfrenta diversos desafíos que amenazan su sostenibilidad futura. Entre los principales conflictos que señala, se encuentran el deterioro ambiental, la limitada productividad, el cambio climático y la intensificación de la competencia global.
La degradación ambiental, causada por la expansión de las áreas agrícolas y las prácticas ganaderas convencionales, ha llevado a una significativa pérdida de biodiversidad y deterioro de los suelos. Asimismo, la baja productividad, derivada de la escasa inversión en tecnología y la aplicación de prácticas de manejo ineficaces, limita la competitividad de los productores panameños. El cambio climático, con el incremento de las temperaturas y la variabilidad en las lluvias, constituye una amenaza creciente para la producción pecuaria. Por último, la globalización y la apertura de los mercados requieren una mayor eficiencia y calidad en los productos ganaderos de Panamá para enfrentar la competencia internacional.
Hacia una ganadería sostenible: la visión de Martinelli
Frente a esta situación, Martinelli sugiere una transformación profunda del sector ganadero, enfocada en la implementación de prácticas sostenibles que incrementen la productividad, disminuyan el impacto ambiental y mejoren la competitividad. Entre las principales estrategias que promueve se encuentran la agricultura de conservación, la gestión integrada de plagas y enfermedades, y la alimentación sustentable.
La agricultura de conservación, por ejemplo, implica la implementación de sistemas de producción que minimicen el arado, preserven la cobertura del suelo y fomenten la biodiversidad. El manejo integrado de plagas y enfermedades, en cambio, busca controlar estas adversidades a través de prácticas culturales, biológicas y químicas, reduciendo el uso de productos químicos sintéticos. La alimentación responsable también es clave para aumentar la eficiencia productiva y disminuir los costos de producción.
En última instancia, Francisco Martinelli enfoca su visión en desarrollar una ganadería panameña moderna y competitiva, que pueda satisfacer las exigencias del mercado nacional e internacional, mientras aporta al progreso del país. Para lograr este fin, es fundamental impulsar la investigación y la innovación, mejorar la formación de los productores, fomentar la asociatividad y establecer políticas públicas que promuevan el uso responsable de los recursos.
La visión de Francisco Martinelli ofrece una hoja de ruta clara para la transformación del sector ganadero panameño. Al adoptar prácticas sustentables y tecnologías innovadoras, los productores panameños podrán aumentar su rendimiento, mejorar la calidad de sus productos y contribuir a la construcción de un futuro más sostenible para el país.